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El 'baby boom' de Ozempic | Semiesclavitud en los campos de marihuana | Marketing científico en los medios
El ‘baby boom’ del Ozempic
Existe la preocupación de que los medicamentos que se usan ampliamente para bajar de peso no hayan sido probados para su uso en mujeres embarazadas.
Este año, algunas usuarias, principalmente de Ozempic, comenzaron a compartir historias de embarazos inesperados, y el hashtag #OzempicBabies se convirtió en tendencia en las redes sociales. Algunas habían tenido problemas para concebir anteriormente; otras estaban tomando anticonceptivos en ese momento (como lo recomiendan claramente las pautas de prescripción). Si bien no hay cifras firmes sobre cuántas personas se ven afectadas, Novo Nordisk, el fabricante de Ozempic y Wegovy, ha abierto un registro de embarazos para realizar un seguimiento de los bebés en su primer año de vida. Un portavoz de Eli Lilly, que fabrica Mounjaro y Zepbound, dijo que la empresa no había estudiado el efecto de la tirzepatida en la fertilidad y dijo que no debería ser utilizada por mujeres embarazadas o que esperan concebir. Y un portavoz de Novo Nordisk destacó que la semaglutida no debería usarse durante el embarazo y que la empresa no aprueba, sugiere ni fomenta ningún uso fuera de las indicaciones aprobadas.
La mayoría de los investigadores creen que el baby boom se debe simplemente a que la pérdida de peso aumenta la fertilidad. Se sabe que la diabetes y la obesidad alteran el ciclo menstrual y la ovulación; ambas enfermedades reducen la fertilidad femenina y aumentan el riesgo de aborto espontáneo y otras complicaciones. También perjudican la fertilidad masculina al comprometer la calidad del esperma.
Pero Charlotte Moffett, investigadora de farmacología en la Universidad del Ulster, cree que podría haber algo más, porque los mismos receptores a los que se dirigen los fármacos para adelgazar se encuentran en el sistema reproductivo. “Estos receptores GLP-1… están en la glándula pituitaria y el hipotálamo”, me dijo. “Los vemos en los ovarios, en los testículos y a lo largo del revestimiento endometrial”. Eso significa que podrían estar involucrados en la producción de hormonas, la ovulación y la implantación, así como en la fertilidad masculina. Su intuición es que las hormonas intestinales desempeñan un papel en la fertilidad, lo que algún día podría conducir a tratamientos para la infertilidad. Pero todavía no. Si bien pequeños estudios de observación sugieren que los bebés nacidos de mujeres que usan fármacos para adelgazar parecían saludables, dijo Moffett, había muy pocos datos de seguridad para estar segura.
La muerte de Jiaai Zeng o cómo miles de inmigrantes chinos trabajan en ‘semiesclavitud’ en invernaderos de marihuana de las mafias chinas. Y no sólo en EEUU
Las plantaciones de cannabis han experimentado un auge en los estados que han aprobado leyes sobre el cultivo de marihuana con fines médicos y recreativos. Pero cuando los votantes de Oklahoma aprobaron una ley que permitía el cultivo de marihuana con fines médicos en 2018, los legisladores no desarrollaron las correspondientes regulaciones para proteger a los empleados. El sistema de aplicación de las leyes laborales de Oklahoma, históricamente débil, deja la protección de los trabajadores en manos del gobierno federal en gran medida. Y el Departamento de Trabajo de Estados Unidos tiene una supervisión limitada porque la marihuana es ilegal a nivel nacional.
Como resultado, los trabajadores, que ya estaban aislados por su idioma y su cultura, se han encontrado en gran medida a merced de sus empleadores, a menudo delincuentes que dependen de la mano de obra de los inmigrantes chinos. Como han informado ProPublica y The Frontier, las mafias chinas (algunas de ellas con presuntos vínculos con el gobierno chino ) han aprovechado la legalización a nivel estatal para dominar un mercado negro de marihuana a nivel nacional.
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Si bien los problemas son particularmente graves en Oklahoma, estudios e informes de los medios de comunicación han detallado riesgos similares para los trabajadores en todo el país, muchos de ellos recién llegados que cruzaron la frontera mexicana ilegalmente. La explotación de inmigrantes chinos está presente en el submundo de la marihuana desde California hasta Nuevo México y Maine , según entrevistas y casos judiciales.
Incluso en el extranjero, las autoridades han encontrado patrones de malos tratos en sitios de marihuana administrados por chinos, desde Chile hasta Irlanda .
“Son personas que viven en una situación de semiesclavitud”, dijo un oficial de policía en España, un centro de cultivo ilegal de marihuana en Europa, que habló bajo condición de anonimato por razones de seguridad. “Están encerrados las 24 horas del día. No saben en qué país viven. No tienen contacto con el mundo exterior”.
Durante las redadas de 2021 en plantaciones de cannabis ocultas en almacenes cerca de Barcelona, España, la policía liberó a 10 inmigrantes de Fujian a quienes los gánsteres habían obligado a trabajar para pagar deudas de contrabando de hasta 35.000 dólares. Los narcotraficantes encerraron a los trabajadores en los edificios sucios y sin ventanas, obligándolos a dormir en colchones en el suelo. Algunas de las víctimas pasaron hasta un año en cautiverio, dijo la policía.
El largo trecho del dicho al hecho. No te fíes del avance en prensa de artículos científicos aún no publicados
Dos artículos publicados recientemente en la prensa. Uno de ellos, del 15 de julio, el titular rezaba, “El caucho de los parques infantiles bajo la lupa del CSIC: «Tiene una toxicidad crónica»”. Anteriormente, el 13 de julio, otra noticia decía “El CSIC detecta tóxicos en envases plásticos y alerta del riesgo de su transferencia a los alimentos al calentarlos”
…Los mismos OPEs, el mismo Centro del CSIC y la misma Directora/investigadora estuvieron detrás de otro estudio publicado a principios de 2022 y que la autora ya se encargó de publicitar año y medio antes en La Vanguardia. Se habían detectado OPEs en el 100% de una serie de sardinas, anchoas y merluzas del Mediterráneo español, en cantidades entre 0,3 y 73 nanogramos. Luego se publicó el artículo y en los Aspectos a destacar (Highlights) iniciales, se dejan bien claras dos cosas. Una: “El riesgo humano asociado al consumo de esos pescado no mostró ninguna amenaza en relación con la ingesta de OPEs”. Y dos: “Los resultados sugirieron la ausencia de biomagnificación de OPE”. Os recuerdo que biomagnificación es la tendencia de algunos productos químicos a acumularse a lo largo de la cadena trófica, exhibiendo concentraciones sucesivamente mayores al ascender en esa cadena. En resumen, el propio artículo destaca que no hay muchos motivos para la alarma que, para entonces, ya habían difundido casi todos los medios y que, obviamente, no aclararon después lo que acabo de aclararos.
Este desencuentro entre lo que parecen sugerir los titulares de las noticias y lo que luego se topa uno en el artículo original también ocurrió en otro caso en el que también estaban implicados los OPEs y el mismo Centro del CSIC y del que di cuenta en una entrada anterior. En una noticia de La Vanguardia del 3 de mayo del pasado año se decía en titulares que “Las bebidas azucaradas tienen niveles de plastificantes 100 veces superiores a los del agua”, algo que, en la noticia, explicaba la Directora del Centro. Pero si uno se iba al artículo original y buceaba en un prolijo párrafo (el último del apartado 3.4), en el que se calculaba la peligrosidad de las cantidades de esos OPEs que los autores estimaban que ingerimos los españoles a través de bebidas azucaradas y aguas de grifo y embotelladas, uno se encontraba con que esas cantidades eran desde miles hasta miles de millones de veces más pequeñas que las consideradas peligrosas.